¿Qué es la ansiedad climática?
La ansiedad climática, o ecoansiedad, es la angustia relacionada con las preocupaciones sobre los efectos del cambio climático. No es una enfermedad psychological. Más bien, es una ansiedad arraigada en la incertidumbre sobre el futuro y que nos alerta sobre los peligros de un clima cambiante. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría lo describe como “un miedo crónico a la catástrofe ambiental”.
La ansiedad en torno a las cuestiones ambientales puede surgir de la conciencia de un riesgo creciente de fenómenos meteorológicos extremos, pérdidas de medios de vida o de vivienda, temores por las generaciones futuras y sentimientos de impotencia. Por lo basic, se sienten agobiados y solos y enfrentan un problema que no se puede mejorar.
Varios estudios han puesto de relieve cuán extendida se ha vuelto la ansiedad ecológica a nivel mundial. Casi dos tercios de 10.000 jóvenes de entre 16 y 25 años en 10 países estaban «muy o extremadamente preocupados» por el cambio climático en un estudio publicado en The Lancet en septiembre, mientras que el 84% estaba al menos moderadamente preocupado.
Sin embargo, la ecoansiedad no figura actualmente en el Guide diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), lo que significa que los médicos no la consideran oficialmente una afección diagnosticable.
Efectos de la ansiedad climática
La ansiedad climática se está sintiendo mucho más entre los jóvenes, entre los socorristas que intervienen ante desastres naturales relacionados con el clima y entre los científicos y activistas climáticos, quienes están más expuestos que la mayoría a información sobre la amenaza y pueden necesitar apoyo psicológico. La ansiedad climática puede provocar síntomas como ataques de pánico, pérdida de apetito, irritabilidad, debilidad e insomnio. Sin embargo, dada la creciente evidencia sobre el impacto del cambio climático en la salud, los profesionales de la psicología podrían preguntarse si sus pacientes sienten demasiada ansiedad o si sienten muy poca.
Un informe del 27 de septiembre del Programa de Yale para la Comunicación Climática encontró que un récord del 70% de los estadounidenses están ahora muy o algo preocupados por el cambio climático, con un aumento significativo después de un verano en el que Estados Unidos enfrentó una avalancha de olas de calor, incendios forestales e inundaciones. y huracanes.
Manejando la ansiedad climática
A veces, expresar tus pensamientos y sentimientos a otras personas que comparten el mismo sentimiento puede ser algo que necesitarás. La ansiedad climática no es algo que uno esté atravesando solo.
2. Concéntrate en lo que puedes controlar.
Es un buen recordatorio para centrarse en lo que se puede controlar, ya que un solo individuo, organización o gobierno no puede resolver por completo el cambio climático. Comienza con algo pequeño que puedas controlar tú mismo, como tirar tu botella de plástico a un contenedor de reciclaje o llevar tu bolso en lugar de usar una bolsa de plástico. ¡La acción particular person conduce a la acción colectiva! Puede ser algo más grande, como establecer un comité ecológico en su escuela, universidad o lugar de trabajo. Sea lo que sea, trata de no presionarte demasiado y recuerda que no llevas la carga solo.
3. Tómate un tiempo para leer las noticias sobre el clima.
Seguir cuentas climáticas en las redes sociales o compartir páginas climáticas con tus amigos te ayudará a mantenerte informado con información climática actualizada. Sin embargo, eso no significa que deba estar atento a las noticias climáticas las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Tómate un descanso de este tipo de información si sientes el impacto negativo que tienen en ti. No es necesario que estés conectado todo el tiempo.
¡Tómese un descanso cuando esté estresado y concéntrese en su salud psychological y su cuidado private! Leer una novela, ver una película, ordenar tu habitación, cuidar la piel o salir a caminar pueden ser cosas buenas. Pensar y hablar constantemente sobre el cambio climático puede resultar agotador y emocionalmente agotador, por lo que se recomienda tomarse un tiempo libre de vez en cuando para recargar energías.